Una de las hipótesis planteadas sobre Huari y Tiahuanaco
fue una prolongada sequia que duro 300 años. La arqueología revelo evidencias
de migraciones poblacionales a través de los Andes, además de revelar que las
personas de los valles interandinos construían sus hogares en sectores altos
como cerros por seguridad.
Este periodo fue plasmado de leyendas y mitos en
diferentes ámbitos y maneras. En las tradiciones se decía que los pueblos
realizaban largas caminatas en busca de tierras fértiles surgiendo héroes
míticos que eran ‘’Semi-Divinos’’ los cuales eran guiados por la misma
naturaleza (Sol, luna, etc.)
Hace mucho tiempo, en los años en que gobernaba el Inca
Viracocha, aparecieron los ‘’Chancas’’, un pueblo muy belicoso de la sierra
central, quienes rodearon, atacaron y destruyeron la ciudad, tras de lo cual
Viracocha huyo. Frente a las ruinas de un viejo templo, el Inticancha, el
general Yupanqui imploro su ayuda al dios Sol, el cual convirtió las piedras
que rodeaban la ciudad en soldados y así derrotando a sus enemigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario